La saliva es una de las sustancias que nos ayuda a mantener y proteger nuestra salud bucal y es, además, importante también en los procesos de masticación, deglución y digestión. El Síndrome de Sjögren, enfermedad rara, autoinmune y crónica, afecta a las glándulas exocrinas, lo que dificulta la creación de saliva con la calidad y la cantidad necesarias. De hecho, es posible que el dentista sea el primero en detectar los signos de este síndrome, ya que las manifestaciones orales derivadas de la sequedad bucal están entre sus primeros síntomas. El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife se suma a la fundación Sjögren Europe, que fomenta que el 23 de julio, Día Mundial de esta patología, se visibilice esta enfermedad rara.

Alto riesgo de caries

Una de las consecuencias de las dificultades a la hora de generar saliva es que estos pacientes tienen un alto riesgo de sufrir caries, motivo por el que se produce la pérdida de piezas dentarias. Un diagnóstico precoz del Síndrome de Sjögren es fundamental para controlar patologías bucodentales múltiples, como alteraciones del esmalte, queratosis en las mucosas, síndrome de la boca ardiente o problemas en el uso de prótesis diarias, entre otras.

La falta de saliva puede provocar también la pérdida del gusto y un alto riesgo de infecciones recurrentes. Esta ausencia de saliva en la cantidad necesaria deriva, en determinados pacientes, en dificultad para masticar y hablar.